Prensa Prensa 3/29/2019

Achetoni habló sobre la pobreza, la desaparición de productores y el rol de los pequeños agricultores desde la 6° Conferencia Mundial de la Agricultura Familiar

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Nota Original FAA
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El presidente de FAA, Carlos Achetoni, asiste esta semana en Bilbao, España, a la 6° Conferencia Mundial de Agricultura Familiar. Desde allí analizó la situación productiva, social y económica de nuestro país, y la relacionó con el trabajo que realizaron en esta semana los representantes de la agricultura familiar de todo el mundo, y en especial los integrantes de la delegación de Coprofam, que él integra.

En relación con el preocupante 32% de pobreza difundido ayer por el gobierno nacional y los datos preliminares del Censo Nacional Agropecuario que indican una gran concentración y desaparición de productores, dijo: “Reiteramos la necesidad de que en nuestro país la política vea el rol que podemos y debemos cumplir los agricultores familiares para luchar contra la pobreza y el hambre, para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el arraigo en los pueblos del interior. Representantes de todo el mundo, reunidos acá en Bilbao, están valorando el rol de los agricultores familiares, mientras que en Argentina seguimos desapareciendo y las personas siguen sumidas en la pobreza”.

“Ayer se difundieron cifras que alarman. Más de 14,3 millones de argentinos son pobres. Es un escenario que entristece y preocupa, pero también nos obliga a reiterar lo que muchas veces dijimos. Los pequeños productores, los agricultores familiares, podemos, queremos y debemos cumplir un rol mucho más destacado, podemos garantizar la seguridad y soberanía alimentaria, fortalecer con nuestro arraigo en los pueblos el desarrollo rural y producir los alimentos que tantas personas necesitan”, señaló el dirigente, que también es secretario de Formación y Capacitación de Coprofam.

Y añadió: “Para eso, debe haber también un cambio trascendente en las políticas asistencialistas. Hoy se destinan exorbitantes sumas de dinero para intentar resolver el problema del hambre y se aborda este flagelo de manera parcial y recurrente con acciones que dejan inmersos aún más en la pobreza a los sectores más desprotegidos. Los aleja de la posibilidad de trabajar y ser autosustentables, con la consecuente pérdida de dignidad. Es evidente que, de una vez por todas, hay que propiciar condiciones de trabajo digno para los que no lo tienen y posibilidades de desarrollo para los agricultores familiares. Esto último puede hacerse sin gastar más, sólo reasignando las partidas presupuestarias que hasta el momento han sido aplicadas para mitigar situaciones y se ha demostrado que no las han solucionado”.

Finalmente, expresó Achetoni: “Los pequeños productores no podemos seguir desapariendo. Según datos preliminares del Censo Agropecuario difundidos ayerlas explotaciones agropecuarias bajaron un 30% en los últimos 30 años, es decir que la concentración aumentó fuertemente. Insistimos en la necesidad de políticas públicas específicas que nos sostengan, que nos permitan seguir trabajando y que no nos lleven a dejar nuestra actividad, que ya ha demostrado ser valiosa no sólo desde lo productivo sino también desde lo social, cultural, económico y demográfico”.

 

Sobre el trabajo durante el tercer y cuarto día desarrollado en la Conferencia Mundial

En relación con las actividades realizadas en estos días, el también secretario de Formación y Capacitación de Coprofam, Achetoni, informó que el 27 los presentes evaluaron y sacaron las conclusiones de la tarea realizada en las dos primeras jornadas, tras lo cual trabajaron sobre la Declaración Final del Decenio de la Agricultura Familiar, para realizar las últimas modificaciones que quedaron plasmadas en el documento que fue suscripto por todas las organizaciones que integran Coprofam (y se incluye al final de esta nota).

Sobre dicho texto, el secretario general de Coprofam y de Contag (Brasi), Alberto Broch, dijo: “El documento refleja el compromiso que asumimos. Esperamos que gobiernos, parlamentos y sociedades del mundo también lo asuman. La declaración cuestiona fuertemente la desigualdad que existe en el campo y cómo la agricultura familiar, incluso produciendo el 80% de los alimentos, tiene la menor cantidad de tierras. Deseamos que el futuro mediato sea un momento de unión para la agricultura familiar y la producción de alimentos saludables. Esta década es capaz de contribuir de gran manera a una vida más saludable para la sociedad y sostenible para el planeta”.

Consultado sobre la Declaración, Achetoni añadió: “Es un paso muy importante para la formulación de políticas públicas para la Agricultura Familiar en nuestro país y nuestra región. Todo dependerá de la capacidad de incidencia en las propuestas de las organizaciones y del trabajo confluyente de los gobiernos y los sectores políticos de oposición, para conseguir avances contundentes en la construcción de las políticas públicas".

En el marco de esa jornada, también se realizó un encuentro del que participaron los dirigentes que integran la delegación con autoridades y referentes del Fondo Internacional de Desarrollo Agrario (FIDA). Allí se presentó el Proyecto de Diálogo Político para las Transformaciones Rurales de 2018 (PDRT) —que enumera las actividades ejecutadas en ese período por Coprofam— y la Planificación Operativa Anual de 2019 (POA) —donde constan las acciones propuestas para llevar adelante durante el año en curso. Por FIDA participaron el director de operaciones en América Latina y el Caribe, Paolo Silveri, y el director de División Técnica, Jean Philippe Audinet. Por Coprofam, Alberto Broch (CONTAG); Fernando Lopez (CNFR); Florinda Silva (ONAC); Orlando Contreras (MUCECH); Elga Benites (CCP); Carlos Achetoni (FAA) y Mazé Morais e Monica Bufon (CONTAG).

En esa jornada, el secretario general de Coprofam brindó un discurso en la apertura institucional de la 6° Conferencia Mundial para la Agricultura Familiar, frente a un auditorio compuesto por representantes de gobierno, entidades internacionales, Comités Nacionales de Agricultura Familiar, asociaciones de desarrollo rural, ONG, universidades, organizaciones de la sociedad civil y los integrantes de la delegación de Coprofam. Se refirió a la importancia y potencial de la agricultura familiar en el mundo; destacó la importancia de que los gobiernos no prioricen modelos agropecuarios centrados en la producción y comercialización de gran escala, “dado que esos modelos generalmente explotan y concentran los medios de producción y la riqueza, generando pobreza y hambre en los territorios rurales”, señaló.

Durante el día jueves continuaron las reuniones y actividades en la que los miembros de las delegaciones abordaron las distintas problemáticas y potencialidades vinculadas con la Agricultura Familiar. En estos días, quedó de manifiesto la gran importancia que tiene el Decenio para la Agricultura Familiar en cuanto a la realización de los ODS, en especial en lo vinculado con la reducción del hambre y la pobreza, así como también en la consecución de los derechos fundamentales para agricultores familiares, entre los cuales pueden destacarse el acceso a bienes naturales, salud, vivienda, financiamiento, equidad de género y oportunidades para jóvenes, educación, etc.

 

(Informe sobre las actividades en los primeros dos días en Bilbao: http://www.faa.com.ar/Contenido/noticia.asp?idNoticia=8474#.XJ5Qe5gzbIU

 

Texto completo de la Declaración de las Organizaciones de Agricultura Familiar y OSCs durante la VI Conferencia Global sobre Agricultura Familiar

Nosotras, las Organizaciones de Agricultores y Agricultoras y otras OSCs reunidas en la VI Conferencia Global sobre Agricultura Familiar, afirmamos que:

La Agricultura Familiar (AF)* produce más del 80 por ciento de los alimentos del mundo en términos de su valor a nivel mundial, desempeñando un papel vital no solo en la producción sostenible de alimentos, sino también en el empleo rural y la generación de ingresos, la gestión ambiental de las áreas rurales y marinas y su biodiversidad. También es la fuente de elementos culturales significativos para cada pueblo y, en última instancia, un pilar fundamental del desarrollo general de los países, que contribuye al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Cuando se establece un entorno propicio adecuado en los países, con políticas públicas específicas implementadas a favor de la AF, ésta puede garantizar una vida digna para los agricultores y las agricultoras familiares, incluidos los y las campesinas, las comunidades indígenas, las y los pescadores y pastores, y puede satisfacer las necesidades de las y los consumidores más apropiada y eficazmente.

Debido a los resultados altamente positivos del Año Internacional de la Agricultura Familiar (AIAF-2014) en todo el mundo, docenas de organizaciones de agricultores y agricultoras familiares y otras organizaciones de la sociedad civil solicitaron la Declaración del Decenio para la Agricultura Familiar. El proceso en la Asamblea General de las Naciones Unidas fue liderado por el Gobierno de Costa Rica y apoyado por un grupo de 14 países y organizaciones internacionales, especialmente el FIDA y la FAO. Finalmente, en diciembre de 2017, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su Sesión 72, proclamó el Decenio para la Agricultura Familiar 2019-2028* de las Naciones Unidas, como marco para que los países desarrollen políticas públicas e inversiones para apoyar la Agricultura Familiar y contribuyan al logro de los ODS abordando la Agricultura Familiar desde una perspectiva holística e incluyendo la erradicación de la pobreza rural en todas sus formas y dimensiones.

Por lo tanto, nos complace que los Estados miembros de la ONU se unan a nosotras en esta visión, a través de su apoyo a esta iniciativa global.

El Decenio para la Agricultura Familiar fue nuestra petición, nuestra visión, pero sobre todo, es nuestra oportunidad para, colectivamente, lograr más y mejores políticas públicas para la Agricultura Familiar y defender las existentes; ser una fuerza importante detrás de la implementación de dichas políticas; asegurarse de que la Agricultura Familiar sea entendida y reconocida por su valor; poner a las personas por encima de los intereses principales; para construir un futuro mejor en nuestras áreas rurales y, también, para nuestras ciudades.

En este sentido, nosotras, las organizaciones de agricultores y agricultoras familiares y las OSC reunidas en Bilbao, aplaudimos la celebración de la VI Conferencia Global sobre Agricultura Familiar que ha reunido a representantes de organizaciones de agricultores y agricultoras y otras organizaciones de la sociedad civil, gobiernos, organizaciones internacionales, centros de investigación y cooperativas de los cinco continentes.

Reafirmamos que la mejora de la calidad de vida y trabajo dependerá de la cooperación y la acción conjunta de las organizaciones representativas de la Agricultura Familiar, de los organismos internacionales directamente involucrados en el proceso (FAO y FIDA), y de los gobiernos en asumir el compromiso de implementar a nivel nacional y local las políticas públicas necesarias para la Agricultura Familiar. El Plan de Acción del Decenio de la Agricultura Familiar nos convoca a trabajar juntos y avanzar en los Derechos de los Campesinos y las Campesinas; acceso a y control sobre la tierra, el agua, los recursos genéticos, los territorios, y a los mercados, asegurar la inversión y el fomento productivo, mitigar los efectos del cambio climático, promover la autonomía económica y el empoderamiento de las mujeres y eliminar todas las formas de violencia contra ellas, así como, animar a la juventud a permanecer en sus territorios y garantir el recambio generacional.

Nosotras, las Organizaciones de Agricultores y Agricultoras y otras OSC reunidas en la VI Conferencia Global sobre Agricultura Familiar, nos comprometemos a compartir los resultados de la VI Conferencia Global sobre Agricultura Familiar dentro de nuestros territorios, nuestras comunidades, nuestros agricultores y agricultoras familiares.

Solicitamos encarecidamente a los Gobiernos, al Comité Directivo Internacional del Decenio, a su Secretaría y a las demás partes interesadas:

1. Que tengan en cuenta los resultados de nuestras discusiones en Bilbao;

2. Incluir a los Agricultores y Agricultoras familiares y nuestras organizaciones en el proceso de construir una agenda estratégica de cooperación más horizontal, transparente, inclusiva y participativa para la implementación del Decenio en todos los niveles (global, nacional y local);

3. Considerar que los Agricultores y las Agricultoras familiares y nuestras organizaciones deben ser reconocidos como socios y socias clave fundamentales que participan en los espacios de gobernanza, a nivel mundial, nacional y local, para contribuir al diseño, coordinación, monitoreo y evaluación de la implementación del Decenio y las políticas y acciones nacionales adoptadas en cada país;

4. Considerar que los Agricultores y las Agricultoras familiares y nuestras organizaciones deben beneficiarse de todo el apoyo necesario, incluido el financiero y técnico directo, para ayudarnos a promover sistemas alimentarios y dietas sostenibles, viviendo dignamente de nuestra profesión.

5. Solicitamos a los Gobiernos, al Comité Directivo Internacional del Decenio, a su Secretaría y a las demás partes interesadas que reconozcan la contribución que han hecho los Agricultores y Agricultoras familiares a través de las generaciones, creando, manteniendo y conservando los ecosistemas, y nuestro papel esencial ahora para garantizar la supervivencia de la humanidad.

¡Sigamos construyendo el futuro, juntos y juntas!

* Teniendo en cuenta su diversidad, no existe una definición única de Agricultura Familiar. El Comité Directivo
Internacional para el Año Internacional de la Agricultura Familiar, celebrado en 2014, desarrolló la siguiente
definición conceptual de Agricultura Familiar (FAO, 2013): “La Agricultura Familiar (que incluye todas las actividades agrícolas basadas en la familia) es una forma de organización agrícola, producción forestal, pesquera, pastoral y acuícola, gestionada y operada por una familia y predominantemente dependiente de la mano de obra familiar, tanto de mujeres como de hombres. La familia y la granja están vinculadas, co-evolucionan y combinan las
funciones económicas, ambientales, sociales y culturales”.
* Resolución aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas (A/RES/72/239)

 


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