La Audiencia fue organizada con el apoyo de Fernanda Gil Lozano, Directora del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos (CIPDH-UNESCO), y el Parlamentario Gastón Harispe (Argentina), Presidente de la Comisión de Ciudadanía y Derechos Humanos del PARLASUR, quien además es Presidente del Frente Parlamentario contra el Hambre.
El presidente de FAA expuso en el marco de la mesa “Dos modelos de Producción: agronegocios y agricultura familiar”, junto a un panel conformado por Walter Martín, director de Producción y Abastecimiento de la Secretaría de Agricultura Familiar de Argentina, Miriam Bruno, ex Coordinadora del Foro Nacional de la Agricultura Familiar FONAF de Argentina y Coordinadora del Frente Agrario Octubres, Rogelio Neron, y Alair Luiz Dos Santos, Secretario de Política Agraria da CONTAG de Brasil.
Frente a la realidad de los agricultores familiares en la Argentina, en ese contexto, Achetoni señaló que “nuestros pequeños y medianos agricultores que representamos, desarrollan la producción como un modo de vida y no como unidad de negocio, y eso es algo para resaltar”.
Y apuntó que en los 109 años de existencia de FAA “se sigue viendo el desarrollo de un modelo de concentración productiva que tiene que ver con la presión impositiva que existe”. “Cuanta más presión impositiva sin una política diferenciada, hay más sectores concentrados, más escala, más agrupaciones detrás de un pool de siembra, y mayor deserción del sector productivo”, agregó.
Asimismo, expuso que “con el aval de informes elaborados junto FAO y FIDA detectamos que la posibilidad de acceder a la tierra en Argentina seguía siendo una falencia, con concentración y desapariciones de pequeños y medianos productores”.
Y en este sentido, explicó que las causas apuntaban a dos factores fundamentales: “Hay escasa o nula posibilidad de acceder al financiamiento desde el sector de la agricultura familiar e imposibilidad y escasa participación en la comercialización. Sin financiamiento no se puede iniciar la producción, y sin una buena comercialización por lo general muchos de nuestros productores terminan trabajando a pérdida y el producto llega la góndola totalmente distorsionado, perjudicando al otro extremo de la cadena que es el consumidor”.
Achetoni resaltó la necesidad de avanzar en la propuesta de FAA de crear un Banco de Tierras estipulado dentro de la ley de Agricultura Familiar basado en la experiencia uruguaya, que forman parte de propuestas de políticas públicas acercadas al gobierno nacional. “Proponemos que las tierras fiscales nacionales y provinciales se pongan al servicio de la producción con todo un examen de condiciones para que accedan a la producción a través de esas tierras, y que conlleve el financiamiento adecuado con cupificaciones para que puedan acceder al financiamiento y no se concentren como siempre en pocas manos”, dijo.
Por otro lado, apuntó a que se necesita una comercialización de circuito corto, evitando traslados innecesarios. “Un factor determinante es que haya compra pública del Estado que le permitan a los pequeños y medianos productores participar de esas compras, ofrecer esos productos, por lo general trabajados en condiciones ambientales que garantizan la sanidad y la inocuidad, y con el agregado de poder realizar una plataforma comercial virtual para que los productores puedan estar ofreciendo sus productos directamente a los consumidores. De esta manera poder generar un indicativo de precio que lamentablemente no existe, y que hoy favorecen a la concentración y a la posición dominante de quienes manejan las cadenas y que contribuyen a que el pequeño productor no pueda despegar y se mantenga en la pobreza indefinida”, explicó Achetoni.
En tal sentido, reiteró que “un gran inconveniente es la mala distribución y el factor condicionante que es la concentración, que según el último censo, indicó que desaparecieron más de 80 mil unidades productivas, unos 5 mil productores por año en los últimos 16 años”.
“Nos interesa sobre manera el acceso a la tierra de nuevos productores, pero créanme que estamos viendo cómo se está dilapidando el esfuerzo y la lucha que ha tenido la FAA en los últimos 109 años. Porque están despareciendo productores que son los pequeños y medianos que representamos”, afirmó en su exposición el presidente de la entidad. “Queremos que nuevos productores puedan tener el derecho realizarse, pero queremos que los que ya existen, y que los sigue expulsando el sistema, podamos volver a producir”, agregó.
Y describió: “Son pequeños y medianos productores que ante una presión impositiva despiadada, ante condiciones de mercado donde se trata de abaratar a costa de que los productores trabajen por debajo de los costos, está generando que los grandes sean cada vez más grandes, y los pequeños desaparezcan, principalmente de la Pampa Húmeda”.
En cuanto a la situación que afecta a los productores en las economías regionales, indicó: “Quedan muchas tierras abandonadas de productores que quebrados, que no la pueden seguir trabajando, fundidos, sin capacidad económica para continuar, y esta situación hace que se retroalimente la presión en los conos urbanos con gente que no tiene oportunidades en el interior del país y que lamentablemente las va a buscar sin posibilidades en general de desarrollo en las grandes ciudades”.
